¿Qué es la dignidad humana?
¿Qué es la dignidad humana?
Introducción.
El concepto dignidad humana es tan
importante que algunos pensadores contemporáneos lo equiparan a otros que han
determinado la cultura occidental; así como el concepto ἀρχη fue tan importante para la cultura
griega, epimeleia para la cultura
latina, en el medioevo gracia y pecado y en la modernidad razón, así nuestro
momento pasará a la historia porque enfatizó el concepto de dignidad humana; de
ahí se desprende la necesidad de que éste sea profundizado, conocido y
enfatizado, máxime cuando somos nosotros, como humanistas, los directamente
encargados de hacer valer todo lo que está implicado en esta problemática.
Mirado desde más de cerca, hoy todos los
grandes interrogantes que se hace la
humanidad tienen directa o indirectamente una relación con la problemática que
aquí se piensa plantear: la bioética, la ética, la eutanasia, la manipulación
genética, el aborto, el matrimonio igualitario, la sociedad planetaria, la
sociedad planificada, la técnica, la tecnología, los derechos humanos, los de
los niños, los ancianos, los enfermos, los derechos de la mujer, los
desplazados, los secuestrados, los desaparecidos, la memoria y el olvido, la trata de blancas, el abuso sexual, y un
gran etcétera.
Para realizar este estudio nos hemos basado
en un texto del pensador español Francesc Torralba Roselló titulado ¿Qué es la dignidad humana? Además se
han leído otros textos del profesor Angelo Papacchini titulado Los derechos humanos, un desafío a la
violencia, de José Luis del Barco el texto Bioética de la persona, finalmente los textos del Concilio Vaticano II, especialmente la Gaudium et Spes y la Dignitatis humanae.
Generalidades.
El debate sobre la dignidad humana ha
tenido como tema central lo que se podría llamar una “argumentación ontológica”
sobre el ser humano; en otros términos se puede decir que el debate sobre la
dignidad del ser humano ha girado en torno a la pregunta ¿Cuáles son los
caracteres ontológicos que distinguen intrínsecamente al ser humano? Si se
logran clarificar dichos caracteres entonces es posible hablar de dignidad
humana.
La respuesta a esta pregunta ha sido
planteada y replanteada desde muchas perspectivas: unos han argumentado
diciendo que la dignidad del ser humano se centra en el carácter racional y dia-lógico
del hombre; la racionalidad implica el carácter lógico-lingüístico que lo
caracteriza, su capacidad para comunicarse y para expresarse, su capacidad
dialógica; la racionalidad del ser humano implica las creaciones científicas,
artísticas, literarias, religiosas, incluso las instituciones son creaciones
humanas sin las cuales el hombre no puede vivir. Aunque el ser humano sea capaz
de cometer actos de barbarie y salvajismo, actos irracionales, ello no significa
que no posea razón, ello más bien implica que siendo un ser racional y siendo
ésta una categoría intrínseca la utiliza más bien para realizar todo lo
contrario a su naturaleza humana; ya con esto nos situamos en el plano de lo
ético, lo moral, en el plano del mal.
Otros consideran que la dignidad del ser
humano se centra en la noción de libertad; según esta característica propia del
ser humano, éste puede orientar su vida, encaminarse hacia un futuro; esta
capacidad lo posibilita para elegir, optar y decidir lo que desea hacer, pensar
o creer; el ser humano es un ser libre, es un yo que está capacitado para
elegir y decidir; esta característica hace que el ser humano sea un ser digno
de respeto.
Otros consideran que la vida emocional y
sensitiva es una de las características que hacen que el ser humano sea un ser
digno; la vida emotiva, emocional y sensitiva hace que el hombre adquiera el
rango de la dignidad; dentro de esta característica se puede considerar su
capacidad para enamorarse, su capacidad para sentir emociones fuertes y
débiles; también a partir de la vida emotiva consciente el hombre es capaz de
transmitir y expresar sus propias emociones. También es cierto que el hombre
puede utilizar de modo negativo su vida emocional y emotiva, pues puede odiar,
puede tener ira, resentimiento, ánimos de venganza; sin embargo el hecho de que
el hombre pueda utilizar de modo negativo su vida emotiva y emocional ello no
desmerita que lo emocional, sensitivo y emotivo no sea una característica
ontológica propia del ser humano.
Quizás el argumento ontológico que más ha
perdurado a lo largo y ancho de la tradición occidental respecto a la dignidad
del ser humano consiste en el hecho de que éste es creatura de Dios, pues el
hombre es creado a imagen y semejanza del Creador que es Dios; Dios ha dotado
de vida al hombre y con la vida le ha dado su capacidad racional, su facultad
emotiva y su libertad; todos estos datos, unidos al de la conciencia, el alma,
el corazón y la autoconciencia son los que, desde su creación, le dan el sello
distintivo de la dignidad al ser humano. Aunque existen hombres que no quieran
reconocer su carácter de ser creaturas, sin embargo no pueden negar la
perfección con que fueron creados, las leyes orgánicas, síquicas y emotivas que
los rigen, siendo todas ellas la impronta de un Ser Creador del cual provienen.
Más adelante en nuestra investigación se verá cómo el Concilio Vaticano II
especialmente en la Gaudium et Spes
recoge de forma magistral todos estos sentidos que hasta ahora ha adquirido
este concepto.
Diferentes
significados y sentidos del concepto “dignidad humana”.
La dignidad humana a lo largo de la
historia de la cultura occidental ha adquirido muchos y diferentes
significados; se intentará rastrear, en esta parte de nuestra investigación, el
concepto partiendo desde la cultura griega hasta llegar a la cultura contemporánea.
Una acepción general considera que la
dignidad humana consiste en tratar a los demás con el mismo grado de respeto,
de valor y de honradez con que se trata a uno mismo; por el contrario tratar
indignamente a una persona consiste en faltarle al respeto que ella se merece.
Parece ser que el hecho de que hoy se hagan
muchas reflexiones sobre la dignidad humana está basado en la consideración de
todas las atrocidades e irrespetos que han experimentado los seres humanos en
las épocas inmediatamente anteriores a la nuestra (cfr. El prólogo de La
declaración de los derechos humanos de
1948) especialmente los vividos durante la primera y la segunda guerras
mundiales. Desde esta perspectiva se podría decir que la dignidad humana se
convierte en algo que le está recordando a la humanidad que cuando el hombre se
olvida del respeto, del valor y del buen trato para con sus semejantes puede
degenerar y caer en actos de barbarie; la dignidad humana es así un
recordatorio, un concepto profético que debe mantener en vilo y en constante
vigilancia al ser humano y con él a la humanidad.
A partir de esta primera consideración
sobre lo que es la dignidad humana expresada en 1948 con motivo de la
declaración universal de los derechos humanos, han surgido una serie de significados
diferentes y ambiguos sobre lo que es la dignidad humana. Se tratarán de
expresar algunos de ellos.
Lo que puede ser indigno para unos puede no
serlo para otros; desde esta perspectiva un grupo de personas pueden considerar
que ciertos trabajos para menores de edad atentan contra la dignidad de los
menores, lesionando sus derechos, sin embargo otros pueden considerar que
dichas tareas laborales se convierten en un modo digno para que ciertos menores
ayuden para el sustento de sus hogares donde no existen las condiciones mínimas
de subsistencia; incluso si a un menor de edad, que trabaja para llevar el
sustento a sus hermanos menores y a su madre discapacitada, le negaran dicha
posibilidad, entonces éste estaría hablando de un atentado contra su dignidad,
pues le están negando el derecho de velar y de cuidar a los suyos. Desde este
ejemplo se estaría hablando de que lo que es indigno para unos es digno para
otros.
El caso de la dignidad se puede aplicar
incluso en casos contrarios; un paciente en estado terminal que está
hospitalizado puede pedirle al médico que le ayude a morir de forma digna;
desde este punto de vista del paciente, morir con dignidad significa que él
tiene derecho o reclama para sí la posibilidad de determinar el momento hasta
el cual él quiere vivir o cuál sea el momento de su muerte; el paciente, desde
sus parámetros éticos reclama la autonomía para determinar hasta cuándo quiere
vivir.
Pero también puede suceder lo contrario,
puede suceder que el médico entienda la muerte digna para el paciente como el
hecho de prolongarle la vida, aliviando su dolor y calmando el sufrimiento que
le causa la enfermedad; ambos casos muestran que la dignidad humana está unida
a sentidos diferentes; en el caso del paciente el sentido de la dignidad humana
está unido al concepto de la autonomía, es decir, al derecho que el paciente
tiene para autodeterminar hasta cuándo él quiere vivir; en el segundo caso, el
sentido de la dignidad humana es entendido por el médico como el hecho de no
hacerle mal al paciente, no hacerle daño, prolongar la vida del paciente,
reducir el dolor; en síntesis se puede decir que ambos casos aunque opuestos
muestran el carácter equívoco del concepto dignidad humana.
El concepto de dignidad humana también
tiene que ver con el diálogo generacional, ya que puede darse el caso de que
una madre le pida a su hija que se vista dignamente; la muchacha entiende que
vestirse dignamente, según la exigencia de la madre, sea vestirse de acuerdo a
los patrones de lo que está de moda; sin embargo lo que la madre entiende por
vestirse dignamente está asociado a los parámetros que ella vivió en su
juventud especialmente desde una formación marcadamente religiosa. Para la
hija, la exigencia de la madre de vestirse dignamente significa estar a la moda,
para la madre vestirse dignamente significa guardar recato. En síntesis se
podría decir que en este caso lo que está determinando el concepto de dignidad
humana va a estar delimitado por una apertura epocal y que tiene que ver con la
palabra pudor.
Lo que se intenta mostrar es que el
concepto dignidad humana puede llegar a ser muy ambiguo, así como puede llegar
a ser polivalente, equívoco y plurívoco; lo que sí es cierto es que el concepto
dignidad humana está profundamente asociado al concepto del bien o de lo bueno.
Parece ser que lo que ha hecho que este
concepto sea tan ambiguo, tan equivoco e incluso haya sido tan relativizado en
nuestro días depende de las posibles formas como la palabra dignidad se asocie
a la muerte; en otros términos se puede decir que el hecho de morir con
dignidad nos introduce dentro de otro concepto que se podría formular bajo la
siguiente pregunta ¿Qué significa morir con dignidad? ¿Qué es lo que se
considera una muerte digna?
Existen seis posibles significados acerca
de lo que se entiende por la expresión “morir con dignidad” o “muerte digna”;
el primer significado hace referencia al hecho de que no tiene sentido
prolongar artificialmente la vida cuando ésta ya no tiene sentido o cuando
carece de sentido; el segundo significado alude al hecho de que tiene sentido
prolongarse la vida siempre y cuando haya calidad de vida; el tercer
significado se refiere al hecho de que morir dignamente puede significar el
hecho de que se pueden calmar, aliviar y solucionar los sufrimientos, teniendo
en cuenta que el origen de los mismos puede ser múltiple y por lo tanto su
alivio también; en cuarto lugar morir dignamente significa el hecho de que una
persona quiera estar rodeada de las personas que ama y en los lugares que de
alguna manera tuvieron alguna significación para ella; elaborar el duelo antes
de morir y compartiéndolo con las personas que se ama; en quinto lugar morir
dignamente puede referirse al hecho de que haya personas que, al reconocer que
la muerte es un momento tan importante y a la vez determinante para el ser
humano, quieran morir siendo plenamente conscientes de lo que significa ese
trance y piden que no se les oculte dicho momento; finalmente morir con
dignidad puede referirse al hecho de que hay personas que quieren vivir el
momento de la muerte como una experiencia religiosa y por lo tanto reclaman la
ayuda profesional y de sus allegados para experimentar de esta manera el último
momento de sus vidas.
El gran problema que se esconde detrás de
todas estas acepciones es que muchas veces no se sabe a ciencia cierta que se
quiere decir cuando se hace referencia a la expresión “morir con dignidad”;
otro de los problemas cruciales es que el concepto dignidad humana se ha
convertido en algo tan importante que el respeto a la vida humana se invoca
permanentemente para legitimar y fundamentar causas opuestas; eso ha hecho que
la dignidad humana, la muerte digna, la vida digna o el vivir dignamente sean
hoy por hoy palabras de primer orden utilizadas en todos los contextos, todo esto
demuestra varias cosas: primero el concepto de dignidad humana va a estar
asociado al concepto de muerte y vida; segundo, también va a estar asociado a
la capacidad de tomar libre y conscientemente las propias decisiones; tercero,
el concepto también se va a relacionar con la grandeza humana y con ciertas
condiciones y capacidades propias de la vida.
El concepto dignidad humana, a pesar de la
equivocidad con que se suele presentar, es uno de los conceptos centrales en
las sociedades pluralistas o postmodernas, es un concepto invocado
permanentemente en las culturas democráticas actuales y se utiliza en el
sentido de que la dignidad humana es un valor intrínseco, un valor ontológico
que poseen todos los seres humanos y lo poseen por el solo hecho de pertenecer
a la especie humana; sin embargo la racionalidad inherente al mismo concepto es
poco comprendida, además la dignidad humana es un dato empírico que no requiere
ser demostrado pero sí es aceptado por todo el mundo; todo individuo es titular
de los derechos fundamentales por el solo hecho de pertenecer a la humanidad.
Por dignidad humana puede entenderse el
valor único e incondicional que se le debe reconocer a la existencia de cada
individuo independientemente de cualquier cualidad accesoria que le pudiera
corresponder; el hombre es un ser que posee dignidad por el solo hecho de
pertenecer al género humano; esta definición está basada en lo que se podría
llamar el carácter ontológico de la dignidad humana.
Todo lo contrario, la instrumentalización,
la tortura, la privación de la libertad, la objetivación, la cosificación, la
injusticia, la explotación de los seres humanos, la violación de la intimidad,
la crueldad, la guerra, el hambre, la humillación o la vejación todos estos son
rasgos a partir de los cuales se puede decir que manifiestan una clara falta
contra la dignidad humana, son actos indignos; cuando se considera que estos
actos son inhumanos, entonces se considera que el ser humano merece un respeto
tal que todas estas prácticas acabadas de mencionar lo vulneran.
También se ha considerado que la dignidad
humana además de ser una categoría ontológica, inherente al ser humano, es una
categoría prejuiciada o meta-jurídica en cuanto que la dignidad humana es la
fuente de todos los derechos humanos y en todos los sentidos: de los niños, de
los enfermos, de los ancianos, de las mujeres, etc. La dignidad humana es el
concepto sobre el cual se fundamentan todos los derechos del ser humano; el
hecho de que se afirme que el ser humano debe ser tratado con dignidad y
respeto quiere decir que sus derechos fundamentales deben ser respetados.
Jürgen Moltman sostiene que la dignidad
humana es el origen, la raíz común y la razón de todos los derechos humanos;
también sostiene que la dignidad humana es solo una, aunque haya diversidad de
derechos humanos, la dignidad humana es una e indivisible; se da o se presenta
totalmente, jamás se da o se presenta según un más o menos, la dignidad humana
se presenta completamente; ella se refiere a la cualidad del ser humano, es una
e indivisible, y ello excluye el hecho de que los derechos humanos serán
tratados según las conveniencias de las diferencias ideológicas o formas de
pensar.
Todo lo expuesto anteriormente nos muestra
la gran cantidad de significados y de acepciones que puede llegar a tener el
concepto; ello ha generado en nuestros días una doble percepción: algunos
sostienen que el concepto dignidad humana es un concepto vacío, un concepto
utilizado de manera retórica, como mera palabrería y que puede ser
instrumentalizado desde muchas perspectivas; otros sostienen que el concepto es
el fundamento y la base sobre la cual se sustentan los derechos humanos, así
como la ética y la bioética; es algo que hace parte constitutiva del ser
humano, es un rasgo ontológico del hombre y por este solo hecho merece ser
considerado como persona y al serlo posee una condición que no se puede
enajenar, condición humana que es igual para todos los hombres. Esta
complejidad de sentidos y de significados del concepto ha hecho que unos
consideren que la dignidad humana es un hecho que depende de una categoría
trascendente y por lo tanto divina, otros consideran que depende de una
categoría inmanente, incluso hay quienes pueden llegar a sostener que la idea
de dignidad humana puede extenderse has los seres no humanos.
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