Curso de filosofía moderna. Cap. I


El Renacimiento.

1.    Orígenes del Renacimiento.

El renacimiento surge en Italia a finales del siglo S. XIV y a principios del siglo XV por la interacción de tres circunstancias:

La primera es la riqueza y la prosperidad del norte italiano, la que se da con el surgimiento del comercio a larga distancia, con lo anterior se da también el nacimiento de una incipiente burguesía compuesta principalmente por mercaderes y banqueros, quienes patrocinaban ejércitos y ejercieron mecenazgos artísticos; entre ellos se destaca Cosme de Médicis quien impulsa las nuevas academias donde se presentaban discusiones neoplatónicas, reviviendo de una u otra manera, a la antigua Grecia. En esta misma línea se destaca el nieto de Cosme, Lorenzo de Médicis quien hace de Florencia una de las más esplendidas ciudades de la época, encargando de ello a grandes artistas renacentistas.

La segunda es la organización política de los habitantes en ciudades-estados como en la Grecia clásica, esto para ellos era sinónimo de civilidad, de superioridad, de civilización superior. El manejo de las ciudades-estados tenía como modelo la Política de Aristóteles. Según este modelo el gobierno perfecto se logra cuando la justicia, la sabiduría, la concordia y la unidad guían a los príncipes en la búsqueda del bien común.

En 1513 Nicolás Maquiavelo escribe su texto El príncipe, este era el hombre de confianza de Cesar Borgia quien con ocasión de un momento importante de su vida, escribe la obra donde lo retrata a él como el gobernante perfecto. Para Maquiavelo el gobierno de la ciudad implica, contrariamente a lo que pensaba Aristóteles, el uso de la amoralidad, el ejercicio de la violencia, la guerra, la maldad, es en esta época donde se acuña la expresión “el fin justifica los medios”.

En un tercer momento es necesario considerar las ruinas antiguas que se encuentran en campos y ciudades italianas. Estas son motivos de inspiración para los estudios de autores antiguos, por ejemplo, de la recuperación del tratado De Architectura de Vitrubio deriva la arquitectura renacentista de la que Paladio es uno de sus principales exponentes.

Nuevas formas culturales, en este sentido se destacan varias formas musicales que surgieron por esta época, la primera de ellas es el motete que es una expresión artística de carácter sacro. El tema está compuesto sobre textos latinos o sobre versículos de la Biblia. Se canta en la misa mayor entre el credo y el sanctus, en el lugar del ofertorio y a continuación del mismo.

La segunda expresión musical surgida por esta época es el madrigal, que es una composición musical de carácter profano, para ser cantado en la corte. Este está compuesto sobre temas variados: narraciones sencillas, poemas amorosos, cuentos alegóricos o cuentos satíricos.

En el siglo XVI surge la opera que es una composición que combina el teatro y la música y es de carácter profano. Surge además el oratorio que es una composición musical de carácter sacro.

2.    El Renacimiento como concepto.

El Renacimiento fundamentalmente se puede caracterizar con las siguientes características:

Es una época en la que se da el renacimiento de lo antiguo, donde se da una fuerte tendencia por el saber arcano, por lo mistérico, lo alquímico, la cabalística, lo teosófico y el ocultismo.

En el Renacimiento se da el nacimiento de las modernas ciencias, además hay un gran interés por la relación Estado-hombre-poder, surge la utopía, el derecho de las gentes, el derecho natural y la pervivencia de la escolástica. En este sentido pueden mencionarse nombres como: Thomas Moro, Galileo Galilei, Baruch de Spinoza, Isaac Newton, etc.

3.    El renacimiento de lo antiguo.

En los comienzos mismos del renacimiento nos encontramos con lo que le ha dado nombre a su época: el renacimiento de lo antiguo. Se da por el empuje exterior del contacto entre oriente y occidente en los concilios unionistas de Ferrara y Florencia (1438). Además, juega un papel importante la inmigración en Italia de los sabios procedentes de la ciudad de Bizancio, perdida para occidente desde 1453.

Ya en el campo científico, desde el medioevo, se había insistido en la necesidad de un renacimiento de las fuentes originales, un retorno a las fuentes. En 1440 se da en la Florencia de los Medici una nueva academia platónica, de donde se destacan Pletón, Besarión, Pico della Mirándola, Ficino, a partir de esta vuelven a darse platónicos, también aristotélicos, estoicos y epicúreos.

El humanismo desentraña todo lo antiguo, no sólo los libros, también el espíritu de lo antiguo, el espíritu de lo pagano, se baja el cielo a la tierra, el hombre es Dios en la tierra, resucita el hombre descrito con sus risas, lágrimas, con lo que tiene de grande y de ridículo, todo lo humano es objeto de reflexión filosófica y estética, el hombre se hace problema, siempre visto con una óptica diversa de la medievalidad. Es propiamente la ruptura entre el teocentrismo medievalista y el antropocentrismo moderno. El hombre se hace el centro de la reflexión.

Típico del Renacimiento es la tendencia a los saberes arcanos, cabalísticos, alquimistas, mágicos, teosóficos y ocultistas.

En esta línea se destaca Paracelso (1493-1541), místico y mago de la naturaleza, la doctrina secreta que éste formula, está reservada a sus adeptos y discípulos; éstos están en contacto con espíritus elementales, los que son conjurables, Paracelso era un médico que insistía en la importancia de la experiencia y del conocimiento concreto de la naturaleza, ésta es vista, no parcialmente, sino en su conjunto, desde la unidad del todo.

Paracelso es, en cierta manera, el precursor de Leibniz y forma parte de los llamados iluminados (Illuminati) junto con Reuchlin, Agripa de Nettesheim, Tritemio, Franck, Schwenckfeld, Weigel, Jakob Böhme, los que se autodeclaran iluminados, visionarios y exaltados por lo que escriben sobre religión, dando mucho que pensar a los reformadores.

Jakob Böhme reflexionando sobre el yo personal, revive la teoría del uno-todo (En-panta), es antecesor de Schelling, Scheler y Baader con su reflexión sobre el bien y el mal, sobre el sin fondo de todo.

3.1. Retorno a Grecia y Roma.

Lo que ha dado pie para que el Renacimiento lleve este nombre ha sido el hecho de que en ella se presenta un despertar y un renacer del mundo antiguo. La influencia del mundo antiguo en la época del Renacimiento se deja sentir en la literatura latina, en las artes plásticas y fue fundamentalmente el pueblo italiano el lugar donde se sintió con mayor fuerza este fenómeno. Por esta razón según Jacob Burckhart (144) fue en Italia donde con mayor fuerza se presentaron los aires renovadores y donde por la misma razón, se presentó una mayor separación entre el medioevo y la nueva época que empezaba a reinar. Hasta ahora todo el medioevo había tenido a la Iglesia como la gran cohesionadora cultural, religiosa y política, ahora se sentían nuevos influjos.

Ya desde el siglo XIV la antigüedad romana y griega empieza a tener un gran influjo en la cultura italiana. Esta poco a poco empieza a tener a aquellas como puntos de referencia, como ideal y meta a seguir e imitar. Pero también se plantea un contraste entre la una y la otra.

El pueblo italiano ensalza la cultura antigua y desea reproducirla. La cultura antigua se convierte para el pueblo italiano en una forma de reproducir y enaltecer su propia grandeza. Esto se ve reflejado por el hecho de que en Italia se presenta una fácil comprensión del latín, existen además en todas las ciudades italianas una gran cantidad de recuerdos y monumentos históricos. Todo esto hizo que el Renacimiento fuera para Italia no solo un fenómeno propio de las elites eruditas y cultas sino un gran movimiento popular, además de las instituciones establecidas en este pueblo. De esta manera en Italia empieza a considerarse lo que se podría llamar el espíritu moderno, y sería este pueblo quien marcaría la pauta para toda la cultura occidental.

La influencia de la antigüedad en el pueblo italiano empieza a reflejarse en las construcciones arquitectónicas, en la escultura, en la poesía. Ya los Carmina Burana habían planteado en el siglo XII un precedente de lo que sería el nuevo espíritu del Renacimiento, pues en estos versos, los dioses paganos y la cultura popular adquieren una gran relevancia. Detrás de los Carmina Burana se esconde el sentir popular del pueblo italiano. Ellos son la muestra de que el medioevo fue una larga preparación para lo que habría de venir: Italia en la época del Renacimiento. En ellos es clara la evocación de la antigüedad, especialmente desde lo mitológico, en este sentido, para esta época, se rememoran nombres como Ovidio, Virgilio, Lucrecio, Lucano, Estacio y Claudiano.

El renacimiento de lo antiguo no consiste solamente en hacer una compilación de lo antiguo, tampoco se trata de una mera imitación o mímesis, se trata de un renacimiento integral, de esto, ya los Carmina Burana son un claro testimonio.

El retorno a la antigüedad y a las culturas antiguas tuvo todo su apogeo a partir del siglo XIV. Ello requería que Italia tuviera un gran desarrollo económico, así como un gran despliegue urbanístico donde se presentara una igualdad social entre nobles y ciudadanos; donde además se presentara la constitución de una sociedad en general que sintiera la necesidad de la cultura y con ello, los medios para satisfacerla. Todo esto solo fue posible en la Italia del Renacimiento. La cultura clásica se le presenta al Renacimiento como un medio que guía, orienta y satisface la necesidad de cultura que existía en la sociedad. Todo el contenido principal de la cultura italiana del Renacimiento tuvo o encontró su materia y su forma en la cultura clásica antigua. El hecho de que los italianos tuvieran como a sus antecesores a la cultura latina clásica hizo que durante el periodo del Renacimiento los italianos se sintieran una cultura muy desarrollada y avanzada.

4.    El nacimiento de las ciencias de la naturaleza.

Como un mérito especial del Renacimiento se ha celebrado siempre el nacimiento de las ciencias naturales, siendo sus precursores algunos filósofos italianos de la naturaleza, sobre todo Giordano Bruno (1548-1600), el que más que un investigador fue un defensor de la doctrina del uno-todo. Copérnico, Kepler, Galileo, Gassendi, Newton quienes desarrollan el método científico teniendo como base para éste lo empírico-inductivo, mecánico-cuántico de la naturaleza, lo matemático, lo observable y lo cuantificable.

Gassendi renueva el atomismo, Newton reduce la mecánica a leyes, todos concentran su atención en los fenómenos, estos son registrados, analizados en sus distintos factores, se reducen a fórmulas matemáticas que explican en su núcleo el hecho total, a estas se les da un vigencia general y universal, se constituyen en ley natural y científica.

Científicamente hablando, todos los factores son cuantificados, designables con expresiones matemáticas, el curso que siguen es automático-mecanicista, alcanzando con este método resultados grandiosos. En estos se funda la técnica moderna de la que Francisco Bacon, el filósofo de método empírico dice que "saber es poder". Destacan éstos la necesidad que tiene la ciencia de la filosofía, la metafísica y la ética para poder dominar los poderes que ha conjurado.

5.    Relación hombre-poder-Estado.

A partir de la evolución del método científico y de las ciencias de la naturaleza se genera una idea que cobrará gran importancia en el desarrollo posterior de la filosofía, idea que queda recogida en la frase: "saber es poder", pronunciada por Francisco Bacon, y que de manera directa se relaciona con el filósofo que empezara a dar vía libre al método empírico. Idea que no sólo fascinó en la física, sino también en la nueva idea del hombre y del Estado, la que se desarrolló constantemente en el Renacimiento.

En el sentido antes mencionado se destaca Nicolás Maquiavelo (1469-1527) quien desarrolla su teoría sobre el hombre, el derecho y el Estado desde una consideración mecánico-cuantitativa de la naturaleza. En su obra El Príncipe desarrolla la idea según la cual se debe realizar la jugada oportuna en cada situación política concreta. También sostiene que cada hombre es un potencial de poder; de igual manera, el principie representa una magnitud del poder, el que para poder conservar su poderío ha de tener más poder que su adversario. La mayor ventaja que tiene el príncipe es mantener a su favor el derecho y la religión, ahora si no los tiene, no puede retroceder; si los hombres son malos, más malo o peor aún debe ser el príncipe.

Además de El Príncipe, Maquiavelo escribió Los discursos sobre la primera década de Tito Livio, en este texto centra su interés reflexivo en el problema político, y se pregunta sobre cómo se debe constituir el nuevo Estado y cómo se puede conservar. Para Maquiavelo son relevantes: la virtud del pueblo para la duración de un Estado, la virtud del individuo para la instauración de un Estado; sin embargo, la virtud para Maquiavelo pierde toda la referencia cristiana, adquiriendo sólo las connotaciones terrenas, propias de quien intenta fundar un nuevo Estado; según lo anterior, se podría considerar que, para este autor renacentista, el hombre debe emplear toda su fuerza y su habilidad sin dejarse llevar por escrúpulos morales.

6.    El nacimiento de la utopía.

Santo Tomas Moro representa un rayo de luz frente a la perspectiva planteada por Maquiavelo. Según lo anterior puede aseverarse que Tomás Moro representa una alternativa totalmente diferente respecto a la planteada por Maquiavelo.

Tomas Moro es un humanista, idealista y santo, su obra principal es Utopía; en ella resalta el carácter del pueblo insular, retratándolo, caricaturizándolo e ironizándolo, pero buscando resaltar la figura ideal y verdadera del mismo, éste se pregunta por el deber ser del pueblo. Mientras que Maquiavelo se pregunta por lo que el pueblo es, Moro se pregunta por lo que debe ser el pueblo. En este sentido puede aseverarse que Moro se plantea el problema del deber-ser o el problema moral de lo que debe-ser un pueblo.

La pregunta por el deber ser del hombre lleva, según Maquiavelo, a la pérdida y al fracaso; pero en esta encrucijada, la pregunta por el deber-ser del hombre tiene sentido ya que, de no hacerla, el hombre moderno se hunde en el desasosiego, la desilusión y el fracaso. Esta perspectiva planteada por Moro es la que luego se convertirá en uno de los pilares fundamentales que caracteriza al pensamiento moderno; en efecto, en este cuestionamiento sobre el deber-ser se apoya la idea del progreso, desarrollo, evolución, así como el planteamiento teleológico acerca de la historia, de la sociedad, del mundo y de la cultura. Problema que en la época contemporánea tendrá una gran resonancia en el debate moderno-vs-posmodernos.

La Utopía de Moro se compone de dos libros, el término traduce literalmente ningún-lugar (no-lugar, u-thopos); ella es representada en la obra de Moro por una isla imaginaria, descubierta por una navegante imaginario. El primer libro narra la situación desgraciada que se vive en Inglaterra y el segundo muestra las condiciones ideales de una república perfecta hacia la cual debe tender dicha sociedad. Con dicha obra, Moro intenta mostrar la reforma del mundo real en el que él vivía, no una evasión de la realidad, sino una crítica de la realidad empeñada en una reforma social, política y religiosa.

7.    El derecho de las gentes-derecho natural[1].

Hugo de Grocio (1583-1645) fue en el renacimiento un clásico del derecho de las gentes y del derecho natural. Su obra compendia el derecho y la filosofía del derecho, ésta trata del tema del derecho de la guerra y de la paz. Su gran aporte fue fundamentalmente un intento por establecer frente al derecho positivo y a la actuación del poder, una teoría del derecho natural que debía garantizar la dignidad y la libertad del hombre, recurriendo a un derecho que es superior a toda legislación humana. También hacen parte de su obra elementos en torno a los cuales los Estados modernos deben legitimar su poder cuando invaden otras tierras; también considera que el mar es un bien libre sobre el cual no se pueden adquirir derechos ni propiedad; además trata el tema de los Estados soberanos y la igualdad jurídica que existe entre ellos.

Su obra principal De Iure Pacis ac Belli (1625), es la que origina el derecho natural (iusnaturalismo). Grocio investiga sobre los fundamentos de la autoridad del Estado, sobre la convicción de que el fundamento teológico-religioso se ha convertido en algo frágil, en una época marcada por las guerras y las controversias religiosas. Pero también en una época en la cual predomina no ya el paradigma teológico sino el antropológico.

Grocio apoya la autoridad en principios racionales y naturales, válidos independientemente de cualquier confesión religiosa o de las localidades estructuradas en identidades (identidades nacionales). El derecho internacional debe tener su fundamento no en un principio teológico-religioso sino en el derecho natural; en este sentido este autor apela a la razón, pues esta deber ser quien oriente el quehacer jurídico. Reconoce que el ser humano posee en sí mismo ciertos derechos-leyes naturales que deben ser el fundamento que constituya la base del derecho y los que deben ser respetados por el soberano.

Con ello se convierte el derecho en una ciencia racional y deductiva, sobre el modelo de la matemática, fundada en evidencias y sobre consecuencias deducidas de los principios. Este autor, partiendo de axiomas claros, evidentes y distintos logró construir las concepciones jurídicas sobre las cuales intentó fundamentar su propuesta sobre el derecho natural, el derecho internacional y el derecho de las gentes.

Antes que el Estado, se da un estado de naturaleza, en el que los hombres se asocian por simples leyes naturales, los Estados políticos deben imitar los Estados naturales y seguir las mismas leyes naturales que los inspiran. Grocio es considerado el fundador del derecho público moderno.

En el derecho internacional, Grocio destaca la idea según la cual este debe aplicarse y ejercerse de manera obligatoria cuando hay que delimitar jurídicamente la guerra, y analizar todos los problemas que se derivan de ella; también insiste en su obra, de manera incipiente, la idea según la cual el consenso político puede llegar a ser un elemento muy importante en las sociedades democráticas. Idea que también se convierte en la cultura posmoderna un punto de discusión.

La intención de Grocio, respecto al tema de la guerra, no fue tanto el hecho de acabar con los enfrentamientos bélicos sino de justificar por qué, en algunos casos, y bajo algunas circunstancias es inevitable recurrir a ellos; pues, según este autor, si un Estado renuncia a una confrontación bélica estaría renunciando al único instrumento para defender su soberanía; por medio de la guerra, un Estado puede garantizar el respecto a sus derechos.

8.Supervivencia de la escolástica.

En el Renacimiento sobrevive la escolástica; apenas es natural pensar que para esta época todavía sobrevivan algunos elementos del periodo anterior, pues un periodo histórico no llega de buenas a primeras. En este sentido sería un error  dejarse ofuscar por los aspectos más llamativos del período y no ver aquella filosofía que se destacó durante el reinado de Carlos V sobre todo en las universidades de España: Salamanca y Alcalá; en Portugal: Coímbra, además en las escuelas conventuales y en los seminarios eclesiásticos. Por esto se puede hablar de una nueva escolástica, donde se destacan Tomás de Vio Cayetano que muere en 1534, Francisco Silvestre de Ferrara que muere en 1528 y Francisco Suárez que muere en 1617; los dos primeros de la orden dominicana rechazan al tercero que es jesuita porque niega la distinción real entre esencia y existencia.

Sin embargo, Francisco Suárez es uno de los hombres más doctos de la filosofía escolástica, perteneció a la escuela de Salamanca, en sus obras desarrolla dos grandes ejes temáticos: la metafísica escolástica y la filosofía. trabaja el tema del ser desde lo inmaterial, y lo real, no concentra tanto su atención en lo material ni en lo conceptual. En Dios existen simultáneamente tanto la esencia como la existencia. Trabajó en el tema de los universales pero desde una perspectiva realista. El individuo es unidad única y verdadera en el mundo donde predominan las existencias reales. Las personas constituyen una unidad esencial e ideal; las personas no son hechos.[2]

La producción intelectual de la escolástica fue popularizada en la filosofía de las escuelas, en las universidades católicas y protestantes, en los centros menores de estudios filosóficos y teológicos desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII.

9.El humanismo.

El humanismo se presenta como un fenómeno cultural en la época del Renacimiento, especialmente en la península itálica, pero de ahí se extendió hacia otras naciones. Lo que generó el surgimiento del humanismo en la época renacentista tiene varias causas: primero, el hecho de Italia tenía o contaba con varias ciudades-Estado que recordaban a las antiguas ciudades greco-romanas; estas ciudades estaban construidas según la arquitectura romana y los monumentos antiguos.

Segundo. Otro hecho que motivó el surgimiento del humanismo en Italia fue la existencia de las ciudades-Estado que tenían un autogobierno propio, además de muchas riquezas, esto a su vez generó una gran promoción de la vida cultural.

Tercero. Por la época se realizan las primeras excavaciones arqueológicas y ellas generaron la tendencia a la mentalidad coleccionista, por esta razón, para la sociedad incipiente burguesa, se ponen de moda las colecciones de estatuas, medallas e inscripciones.

Cuarto. Otra circunstancia que influyó en el surgimiento del humanismo fue la llegada a la península itálica de los griegos que fueron expulsados de Bizancio, cuando esta ciudad fue invadida por los turcos. Los griegos, al llegar a Italia, traen muchos manuscritos que los italianos podían leer y traducir, cuando estos mismos les enseñaron la lengua griega.

También tuvo una gran influencia en el surgimiento del humanismo el hecho de que desde el siglo XIV autores como Petrarca y Boccaccio iniciaran la recuperación de manuscritos antiguos y la traducción de los mismos. Para la época se recuperaron obras como las de Homero, Hesíodo y las tragedias griegas. En el siglo XV la gran influencia procede del descubrimiento de las obras de Platón y las obras de los neoplatónicos, entre ellas se destacan las obras de Plotino, Dionisio Areopagita y Hermes Trimegisto. Ellos ofrecían una visión más religiosa que filosófica de la propuesta platónica y de esta manera servían, en cierta forma, para satisfacer las necesidades e inquietudes religiosas que todavía permanecían latentes en las personas y que eran producto de una mentalidad medieval. En este proceso de revalorización del pensamiento platónico se destacan Marsilio Ficino, Landino, Poliziano y Pico della Mirándola[3] quien escribiera un texto sobre la dignidad humana. En la segunda mitad del siglo XV se pueden destacar círculos de humanistas que tenían una gran actividad intelectual en ciudades como Florencia, Roma, Urbino, Venecia. Este influjo generó so solo una gran actividad filosófica y filológica en toda Italia, sino que además se produjo en toda Europa lo que se llamó la república de las letras. Quienes pertenecían a este gran movimiento tuvieron una influencia directa en las clases dirigentes.

El Renacimiento siguiendo la huella trazada por santo Tomás de Aquino va a continuar la reflexión sobre la dignidad del ser humano teniendo en la mira las dos grandes líneas marcadas por él, por un lado, la filosofía griega y por el otro el dato bíblico, la Divina Revelación y los elementos teológicos-patrísticos. Justamente esto ha hecho que el tema de la dignidad humana sea el lugar de reflexión para autores como Pico della Mirándola, Ficino, Erasmo de Rotterdam, Nicolás de Cusa, Petrarca, Juan Luís Vives.

Algunos pensadores del Renacimiento hacen recaer la dignidad del ser humano en el hecho de que éste es un ser libre y en las capacidades que éste posee para transformar su entorno y para transformarse a sí mismo; idea que es una relectura del concepto de humanitas planteado por la cultura grecorromana.

Según ésta, el hombre puede transformarse, puede llegar a ser como un ángel o como una bestia; el hombre puede transgredir y ampliar sus propios límites y horizontes; para él no existen fronteras que no pueda traspasar, puede incluso fijar los límites de su propia vida; las otras especies de la naturaleza tan solo pueden desarrollarse a partir de itinerarios prescritos por la naturaleza y por su propia especie.

El hombre es el ser que es capaz de proponerse sus propias metas; él puede elegir libremente entre un cúmulo de posibilidades; posee la voluntad para auto-determinarse, es capaz de crear su propio mundo; la libertad es la dignidad que distingue al hombre.

El hombre, por luz de la razón y de la inteligencia es el intermediario entre todas las creaturas de la naturaleza, es el intérprete de la misma; el ser humano es el cruce, el intermediario entre la eternidad y el flujo del tiempo.

Algunos pensadores del Renacimiento consideran que el hombre es creado a imagen y semejanza de Dios, es un ser que está capacitado para desarrollar sus propios objetivos y para trazar sus propios límites; el hombre es el escultor de sí mismo, que forja su propio destino; el hombre es un ser que es capaz de reinventarse a sí mismo, de superar su propia naturaleza, de crear el mundo del arte y de la cultura; básicamente todas estas ideas muestran una visión optimista del hombre, diferente de la visión medieval acerca del hombre caído en desgracia a causa del pecado original.

Algunos pensadores contemporáneos ponen en tela de juicio esta teoría antropológica del Renacimiento pues ven en ella una exagerada visión en la que se le asignan al hombre algunos rasgos que son propios de la divinidad.

La propuesta sobre la dignidad humana expuesta en el Renacimiento presenta una visión optimista del hombre; en la cultura contemporánea se cuestiona dicha concepción optimista y se hace desde una concepción del hombre donde éste es presentado como un ser vulnerable e indigente, un ser finito contramarcado por los rasgos de la mortalidad.

10. La imprenta de Gutenberg.

Hacia el año de 1453 Gutenberg, con la invención de la imprenta y los caracteres móviles que esta implica, revolucionó la difusión del saber, 47 años más tarde se terminó de perfeccionar el invento; es la época en la que los escribanos y los copistas pierden vigencia y empiezan a cobrar fuerza los procesos de impresión; la letra tipo Gótico empieza a ser reemplazada por la escritura romana, griega y hebrea; muy rápidamente la imprenta se va expandiendo por las ciudades más importantes de Europa; primero empieza en Maguncia y en Estrasburgo; 45 años más tarde existían 286 poblaciones que poseían su propia imprenta, siendo las más activas las que estaban ubicadas en Venecia, París y Lyon; en estos 45 años se publicaron más de 30000 obras en todas las imprentas europeas, y en los años sucesivos el despliegue fue cada vez mayor.

10.1. Los textos antiguos.

La Biblia, los misales y los libros de oraciones fueron los textos que más rápidamente se reprodujeron en las imprentas, pues estos representaban puntos de referencia y de orientación para la época; después se habría de ir imprimiendo poco a poco, la publicación de obras inspiradas en el humanismo. También se imprimieron manuales, textos de gramática, diccionarios, libros científicos, los escritos de los humanistas y libros de literatura clásica, textos antiguos, todos ellos publicados en su lengua original, otros traducidos al latín y otros traducidos a las lenguas vernáculas; el poeta romano Virgilio es uno de los clásicos, que, para la época renacentista, cuenta con un mayor número de libros impresos. Es necesario recalcar que la gran mayoría de los impresores eran formados en la cultura humanista, y los talleres dedicados a la impresión, muchas veces se convertían en salones de reunión y lugares de reflexión.

Aldo Manucio poseía en la ciudad de Venecia una imprenta de gran renombre, quien además fundó una academia en la que se formaron grandes humanistas, entre ellos se puede contar a Erasmo de Rotterdam, quien era recibido como un maestro, y de entre los humanistas fue uno de los más célebres. Erasmo compuso una obra llamada Adagio, que es un libro en el cual se conservaban muchos tesoros de la sabiduría antigua; también escribió un texto que lleva por título Coloquios que son ejercicios en latín para uso escolar. Erasmo también hace una traducción del Nuevo Testamento y que, bajo algunos aspectos, es más fiel que la traducción de la Vulgata, también reedita las obras de los Padres de la Iglesia. En su texto Elogio de la locura, Erasmo hace el papel del moralista y arremete una fuerte crítica contra la religión ritualista y propugna por una religión que esté más comprometida con el hombre y su relación con Dios. Erasmo junto con Lutero serán los grandes paradigmas de la Reforma protestante; Lutero a favor de una separación y de una segregación, Erasmo a favor de un cambio y una reforma al interior de la Iglesia.

11. El humanismo y la ética.

El humanismo renacentista va asociado tanto a una ética individual como a una ética social. La ética individual propugnada por el humanismo renacentista se apoya en una idea fundamental: el hombre como ser humano es una criatura privilegiada y es un ser bueno por naturaleza. La vida del ser humano consiste en su capacidad para hacer brotar de su ser los buenos y los nobles instintos. El ser humano está llamado a darle una orientación a su existencia y a su propio destino. En este sentido, los pensadores renacentistas para darle forma a una ética individual se apoyan en la propuesta platónica releída desde el neoplatonismo, según la cual la contemplación de la belleza, el amor a lo bueno y el ejercicio espiritual de todas las virtudes eran medios para un desapego de lo material.

La ética social presentada por el humanismo renacentista se apoya en el hecho de que el buen príncipe o el buen gobernante debe irradiar todo lo bueno, lo noble y lo justo sobre su reino. Además, está llamado a comportarse ejemplarmente con sus súbditos. Baldassare Castiglione en su texto El libro del cortesano recoge toda esta propuesta ética social planteada por el humanismo renacentista. Maquiavelo, en su texto El Príncipe, propone una ética social totalmente contrapuesta; mientras que el primero propone una ética social idealista, basada en lo que debería ser el príncipe; el segundo propone una ética social realista, basada en lo que es el príncipe.

Dentro del mismo contexto de una ética social el inglés Tomás Moro propone en su texto Utopía la idea del Estado ideal. Según este, el Estado ideal debe alejarse de todo gobierno absolutista, así como del amor excesivo y desmesurado hacia las riquezas. Para completar su idea de la ética social, Moro propone que el Estado ideal debe estar libre de la propiedad privada, es decir que en el Estado ideal no debe existir la propiedad privada, tampoco deberían existir las jerarquías. En cambio, todo debería operar desde la igualdad, desde lo colectivo y lo comunitario.  Con su propuesta Tomás Moro pretende dos cosas: primero que todo él intenta sugerir una sociedad ideal hacia la cual camina una nación o un Estado; de hecho, este se encuentra en camino hacia dicho estado ideal. En segundo lugar, Moro trata de reivindicar la dignidad del ser humano, pues este necesita un marco comunitario, colectivo e igualitario para poderse desarrollar. Tomás Moro está convencido que el ser humano tiene un puesto central en el cosmos, además que el ser humano goza de libertad para forjar su propio destino personal. El humanismo renacentista inaugura así un proyecto que marcará la historia de la humanidad, proyecto según el cual la dignidad humana se desarrolla por medio de la educación, la cultura y el cuidado de sí.

12. La Reforma[4].

12.1. Causas que generaron la Reforma.

De entre las causas que generaron la Reforma se puede contar el grado de poca preparación académica e intelectual del clero. Esto se presentaba de tal forma que muchos clérigos, en una época en la que el latín era la lengua generalmente aceptada y usada por la Iglesia, no tenían ni el más mínimo conocimiento de la misma, incluso los había que no sabían leer ni escribir.

En un segundo lugar suele decirse que como causa de la Reforma está el hecho de que muchos eclesiásticos tenían un apego desmesurado por los bienes materiales, este hecho generaba un gran malestar entre el pueblo de Dios. También los había que eran deshonestos, avaros e incluso no faltaban quienes tenían un apego por las armas.  Muchos clérigos eran codiciosos, incultos y no tenían un cuidado solicito por el rebaño.

En un tercer momento es necesario recalcar el hecho de que el siglo XV había comenzado con el cisma de Occidente. Desde los años 1378 hasta 1417 la Iglesia contaba con dos papas, uno de los cuales vivía en Aviñón y el otro en Roma. Entre ellos se acusaban mutuamente de herejía, también cada uno de ellos intentaba o amenazaba con la excomunión a su rival. Incluso en los peores momentos del Cisma, Europa llegó a tener simultáneamente cuatro papas. Todo esto deterioró mucho la imagen de la santa Sede, también deterioró la imagen del clero. Al final la cuestión quedó zanjada en el concilio de Constanza. También como resultado de toda la cuestión quedó clara la idea de que el Concilio tenía una supremacía sobre la autoridad ejercida por el papa. Esta idea se desprendía de todos los acontecimientos que vivió la Iglesia durante estas épocas de luchas por el poder. El sentir general de la época era que, si el papa hubiera impuesto su autoridad para frenar estos abusos, posiblemente se hubieran podido evitar estos hechos acontecidos en el seno de la Iglesia. Todos estos hechos terminaron por generar en el siglo XVI lo que se llamó la Reforma.

En un cuarto lugar, y como algo que influyó en el movimiento reformista, puede mencionarse el hecho de que la Iglesia, desde la edad media, había sostenido y afirmado la existencia del purgatorio. El purgatorio es un lugar momentáneo, pasajero donde las almas están purgando sus penas para luego pasar a la presencia de Dios. Esta idea, que provenía del medioevo, con el tiempo se fue sumergiendo en medio del pensamiento popular. Pero lo que más generó controversias fue el hecho de que algunos papas, obispos y cardenales recurrían a la venta de indulgencias y estas comprendidas como mecanismos que aligeraban, acortaban el plazo de estadía en el purgatorio. Con esto se introdujo una notable modificación en la doctrina de la salvación. Esta fue la razón por la que la Iglesia encontró un mecanismo o un medio para adquirir ingresos económicos.

Finalmente se debe agregar el hecho de que, según algunas leyendas, el pontificado estaba plagado de escándalos sexuales.

12.2. Propuestas para salir de la crisis.

Frente al cuadro general en el cual se encontraba la Iglesia se presentaron propuestas muy diversas. En las élites más aristocráticas, cultas e intelectuales se buscó una alternativa y una escapatoria en todas las formas de ocultismo, esta es la razón por la cual se presentaron movimientos ocultistas y teosóficos de varios tipos: Masonería, Rosacrucismo, Cábala, Alquimia, los Iluminados, etc., aunque muchas de estas castas sociales no abandonaron a la Iglesia sí realizaron sincretismos con la búsqueda de sabiduría hermética, la astrología y otros saberes ocultistas. Incluso es la época en la cual aparece Nostradamus y otros que, como él, intentaban satisfacer la necesidad religiosa que existía en medio de los hombres de la época.

El humanismo cristiano también realizó su propuesta para salir de la crisis en que se encontraba la Iglesia. Esta propuesta la hacía Erasmo de Rotterdam. Este fue un hombre muy culto que amaba las lenguas clásicas, y proponía un proyecto para reformar a la Iglesia. Él consideraba que la Iglesia se podía reformar siempre y cuando esta retornara a la pureza del cristianismo primitivo. Con esta intención, Erasmo se preocupó por realizar una traducción crítica del Nuevo Testamento, traducción basada en el texto griego original. Erasmo tuvo una notable influencia entre los intelectuales más destacados de su tiempo, entre otros se puede hablar de la correspondencia que mantenía con Tomás Moro, además con estudiantes, clérigos y príncipes. Sin embargo, sus tesis nunca llegaron a ser parte de las clases más populares.

12.3. Lutero a la cabeza de la Reforma.

En el año de 1517, un famoso predicador alemán llamado Johann Tetzel dio a conocer en su predicación una bula en la que se proponía la venta de indulgencias[5]. Con el dinero que se recibiría de estas se construiría la basílica de san Pedro en Roma. Un fraile agustino decidió cuestionar la predicación que hiciera Tetzel, esto lo hizo a través de un escrito en donde proponía un conjunto de tesis (95 tesis en total), después, según la costumbre de la época, las colocó en la catedral de Wittenberg (en la época se acostumbraba fijar en la puerta de la catedral las cuestiones, las tesis y las inquietudes que se debían discutir y tratar en la universidad).

Algunas de las tesis propuestas por Lutero son estas:

Tesis 1. “Cuando el Señor y maestro Jesucristo dijo “Haced penitencia”, deseó que toda la vida de los fieles fuese una penitencia.

En la tesis 6 cuestiona la autoridad del Papa respecto al atar y desatar, en este sentido dice que “El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y garantizando que fue perdonada por Dios”.

En cuanto a las penas, Lutero, en la tesis 5, no niega que el Papa tiene el poder de remitir el castigo que él mismo impuso: ése y ningún otro. Con esto pone en cuestión que el derecho canónico sea algo divino, por el contrario, es derecho humano.

Sostiene también en la tesis 8 que las penas canónicas se imponen solo a los vivos.

En la tesis 10 afirma Lutero que actúan el mal y la ignorancia entre los sacerdotes que reservan a los moribundos las penas canónicas en el purgatorio.

Las tesis 21 y la 36 son una denuncia de Lutero por la confusión que existe en la Iglesia entre la remisión de las penas, la absolución y la salvación: “Por lo tanto, los predicadores de indulgencias se equivocan cuando dicen que el hombre puede ser liberado y salvado de todo castigo por las indulgencias del Papa” (21). En realidad, afirma Lutero que: “Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido obtiene la remisión plena de la pena y de la culpa que le corresponde, aún sin las cartas de las indulgencias” (36).

Lutero veía que la Iglesia, al vender indulgencias, estaba sustentada en la idea de que ella es la “administradora de los tesoros de Cristo”, contra esto, el monje agustino sostiene que el tesoro de las indulgencias no puede ser confundido con los méritos de Cristo, están siempre en acción y sin la intervención del Papa (tesis 58); sostiene que el verdadero tesoro de la Iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios (tesis 62). Pero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que hace que los primeros sean los postreros (63). En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es sumamente grato, porque hace que los postreros sean los primeros (64). Por ello, los tesoros del evangelio son redes con las cuales en otros tiempos se pescaban hombres poseedores de bienes (65). Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres (66).

Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias (tesis 67).

No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación con la gracia de Dios y la piedad de la cruz (tesis 68).

Lo que realmente pasó después que el Papa recibiera el documento donde Lutero exponía sus tesis no fue tanto la excomunión de este, pues incluso el Pontífice reconoció que la indulgencia se aplica a las penas no a los defectos y reconoció que el Papa no podía reducir las penas del purgatorio.

Quienes pregonaron, inicialmente, que Lutero era un hereje fueron los frailes de la orden de Santo Domingo, a la que pertenecía el predicador Johann Tetzel. Estos consideraban que Lutero había atacado las leyes de la iglesia (leyes del derecho canónico) y que por lo tanto había atacado la autoridad del Papa. Esta polémica se convirtió en un hecho público, incluso muchos humanistas frente al problema que se suscitó por Lutero y frente a los problemas existentes en el interior de la Iglesia proponían un retorno de la Iglesia a la simplicidad de sus orígenes.

Después de la publicación de las tesis, Lutero se convirtió en un crítico más radical contra la iglesia, en este sentido sostuvo por ejemplo que es la fe la que justifica al hombre: “no es justo el hombre que trabaja mucho, sino el que, sin trabajo, cree mucho en Cristo”; según esto, las obras de los seres humanos no cuentan mucho al final para que estos se salven. Unido a esto sostuvo que el derecho canónico y la doctrina de los sacramentos debían ser comparados con la Palabra de Dios. También afirmó que el Papa, así como los Concilios podían errar. El único criterio de verdad son las Sagradas Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento.

En junio de 1520 Lutero publicó un texto: Del papado romano, en el que consideraba que el papado romano era una institución puramente humana e histórica; que el único jefe que tiene la cristiandad sobre la tierra es Cristo, por lo tanto, no puede tener ningún vicario; sostiene que ni el Papa ni el obispo jamás podrán ser vicarios de Cristo o sus representantes en la tierra. En el mismo momento en que Lutero publicaba este texto el Papa León X emitió la bula Exsurgere Domine con la que se amenazaba que Lutero iba a ser excomulgado.

Esta bula le concedía a Lutero 60 días para que se sometiera a la fe de la Iglesia, sin embargo, cuando se cumplió este tiempo, 10 de diciembre de 1520, Lutero decidió quemarla públicamente en Wittenberg; con este hecho se hizo inevitable la excomunión de Lutero, siendo estas las palabras con las que definitivamente rechazó su adhesión a la Iglesia: “si no se me convence mediante el testimonio de la Escritura y de la clara razón, porque no creo ni en el Papa ni solo en los concilios, puesto que es evidente que han errado y se contradicen. Estoy convencido por mi conciencia y estoy prisionero de la Palabra de Dios […]. Por lo tanto, no puedo hacer nada en contra de mi conciencia. Que Dios me ayude. Amén”.[6]

Lo que Lutero cuestionaba en el conjunto de tesis antes mencionado no era la existencia o inexistencia del purgatorio, sino el hecho de que hubiese que comprar o pagar la salvación de las almas, y con ese dinero se construyera un edificio tan lujoso. La cuestión que proponía no era algo tan grande como para causar tanto revuelo, sin embargo, con los antecedentes antes vistos, ya los ánimos estaban exacerbados, y Lutero puso en marcha una revolución cuyas consecuencias se dejan sentir aún en nuestros días.

Inicialmente lo que Lutero proponía era una reforma de la Iglesia, poco tiempo después el fraile agustino cuestionaba la autoridad del papa, la autoridad de la Tradición eclesiástica, incluidos los concilios, y consideraba que la Biblia era la única guía que debe orientar la fe y la conducta del ser humano. La base de esta última propuesta radica en el hecho de que Lutero era un buen biblista, pero además en el hecho de que en la sagrada Escritura se encuentran, especialmente en el Nuevo Testamento, los principales testimonios del cristianismo primitivo. Con esto Lutero estaba exponiendo el tema fundamental de lo que sería el movimiento reformista: solo la Escritura (Sola Scriptura). Luego hacia el año 1520 el papa León X promulgaría la bula con la que Lutero y su movimiento quedarían excomulgados de la Iglesia. Desde este momento histórico se presenta el desgarramiento del cristianismo. Después de este momento fue clara la tendencia del protestantismo al afirmar cada vez más el hecho de que el ser humano, desde su propio parecer, tiene derecho a interpretar la sagrada Escritura.

Ya excomulgado Lutero y todo su movimiento, el protestantismo trató de delimitar su propia divisa desde tres elementos que habrían de caracterizarlo:

Sola Scriptura. Lutero insistía en que la única regla de fe y de conducta se encuentra en la Biblia, la cual es un texto inspirado por Dios. Con esto, Lutero está rechazando toda la Tradición Eclesiástica, la Patrística, los Concilios, y según Lutero, esta es una forma de volver al cristianismo primitivo. La Sagrada Escritura se convierte así en la norma desde la cual se deben revisar todas las instituciones, las normas y los dogmas que el cristianismo había adoptado a lo largo de toda su historia.

Solo Christo. Con este segundo fundamento de la propuesta luterana, se intentaba devolver la centralidad del cristianismo a la persona de Cristo. Con esto, además, Lutero está rechazando el culto a la virgen María y a los santos. Pues estos últimos no tienen un fundamento bíblico, para esto se apoya en el apóstol Pablo cuando en I Timoteo 3,16 sostiene que solo Cristo es el mediador entre Dios y los hombres.

Sola fides. El tercer principio es solo la fe. Este principio consiste en un rechazo al hecho de que los hombres por sus propios méritos y obras puedan alcanzar la salvación. Las obras que el ser humano realiza solo se encaminan a agradecer a Dios por haber salvado la humanidad.

13. Autores más representativos del Renacimiento.

13.1. Baldassare Castiglione.

Fue un aristócrata que pertenecía a la corte de Urbino, siendo encargado de varias misiones diplomáticas tanto a Inglaterra y a Milán. Su vida la dedicó al ejercicio de la política, desde esta actividad escribió El libro del cortesano, en el que considera que el cortesano ideal debe tener un linaje ilustre, también debe poseer una buena educación; este texto describe el ideal del hombre prototipo del Renacimiento. El caballero debía ser tan experto en el manejo de las armas como en el de las letras; saber conversar y tratar con sus semejantes (especialmente con las damas), y tocar algún instrumento musical.  Solo de esta manera el buen cortesano puede llegar a ser un buen educador y un buen consejero del príncipe o del gobernante. Este a su vez, debe encaminarse por la senda del amor, del bien y de la sabiduría, así como debe irradiar sobre sus súbditos estas mismas virtudes. El buen gobernante debe actuar con diplomacia, debe instaurar la paz, debe ejecutar empresas culturales, así como establecer un reino prodigo y orgulloso, reino que procure el bienestar de todos.

La obra tiene la estructura de los antiguos textos clásicos, pues está elaborada a la manera de un diálogo y desarrolla cuatro cuestiones fundamentales: En el primer dialogo se debate el tema del nacimiento y educación del gentilhombre; en el segundo, su comportamiento en sociedad; en el tercero, el ideal de la perfecta dama de palacio; y en el cuarto, se tratan las relaciones del cortesano con el príncipe, finalmente el texto concluye con una disertación sobre el amor platónico.

13.2. Nicolás Maquiavelo.

Fue uno de los hombres de confianza de Cesar Borgia. Cuando este invadió la ciudad de Urbino, Maquiavelo fue nombrado embajador de Cesar Borgia en esta ciudad. El texto que lo hizo famoso fue El príncipe. Este es un tratado político inspirado en Cesar Borgia, este último fue un mercenario sin escrúpulos, dedicado a sí mismo, y proponía un ejercicio brutal de la autoridad, así como la necesidad de mantener y conservar el poder a cualquier precio. Esta es la razón por la cual el tratado de Maquiavelo se convierte en todo lo contrario a lo que propone Castiglione.

Maquiavelo en su obra considera que la fuerza crea el derecho, también considera que no deben existir barreras morales que impidan el ejercicio del poder. Sostiene que no se le debe prestar atención a los juramentos hechos, estos no se deben cumplir, así como tampoco se deben pagar las deudas contraídas ni los servicios prestados. También propone en su obra que el gobernante debe inspirar temor, debe golpear a sus enemigos y debe sacrificar a sus ayudantes y súbditos una vez que estos hayan consumado su misión.

13.3. Giovanni Boccaccio.

Fue discípulo de Petrarca, a él se le debe la primera biografía que se hizo sobre Dante Alighieri al que conoció personalmente. Su libro más famoso es el Decamerón en el que inaugura lo que se ha llamado la narrativa y que es propia de la época moderna. El estilo que usa es la prosa y recurre a la lengua vulgar para realizarla.

Durante la peste que azotó a la ciudad de Florencia en 1348, de la que Boccaccio fue testigo, diez jóvenes, tres hombres y siete mujeres, se reúnen en la iglesia de Santa María la Nueva y toman la decisión de retirarse a una villa alejada de la ciudad para no contagiarse de la peste.

En este lugar, para no recordar los horrores que han dejado atrás, los jóvenes se dedican a relatarse cuentos los unos a los otros. Permanecen en la villa durante catorce días, pero los viernes y los sábados no relatan cuentos, por lo que sólo se cuentan historias durante diez días (de ahí el título de la obra). Cada día uno de los jóvenes actúa como “rey” y toma la decisión sobre el tema que versarán los cuentos (excepto los días primero y noveno, en los que los cuentos son de tema libre). En total, se cuentan 100 relatos, de desigual extensión.

13.4. Francesco Petrarca.

Fue uno de los grandes precursores del humanismo. Dedicó mucha parte de su obra al estudio sobre la belleza y al culto que se le ha rendido. También se dedicó a estudiar los ideales clásicos. Escribió varias obras en latín, pero la que más trascendió fue su Cancionero en el que se destaca el estilo lírico amoroso. La mayor parte de las rimas, contenidas en este texto, hacen referencia a temas amorosos; treinta de ellos abordan el tema moral, religioso o político. En los temas donde trabaja el amor por su terruño, el concepto de patria se identifica con la belleza de la tierra natal, esta es soñada libre y lejos de las luchas fratricidas y de las milicias mercenarias.

La lírica que inicia Petrarca servirá de modelo para toda la cultura italiana y europea en general. Su influjo fue muy grande y aún en el siglo XVI estaba plenamente de moda, razón por la cual llegó a superar a Dante Alighieri.

13.5.    Dante Alighieri.

Dante Alighieri es considerado el más grande poeta italiano de todos los tiempos. Su obra más famosa fue Comedia, la que hacia el año 1500 fue tildada de divina, de ahí el nombre que desde entonces recibe: Divina Comedia. El tema principal de la misma es un viaje a través del infierno, el purgatorio y el paraíso en el que comparecen personajes legendarios, antiguos y contemporáneos. Con todos ellos, su autor, conforma una visión del mundo y de la historia. Con todo esto, la intención de Dante es conferirle un nuevo destino al hombre dentro del plan creador de Dios, basado en el mandamiento del amor.

Dante hace un resumen en la Divina Comedia de todo el amplio conocimiento acumulado durante siglos, desde los antiguos clásicos hasta el mundo medieval, así como su fe religiosa y sus convicciones morales y filosóficas. El estilo de la obra posee un rico lenguaje lleno de símbolos y frecuentes referencias a personajes históricos y a la mitología clásica.

La obra está estructurada en tres partes: infierno, purgatorio y paraíso; también está dividida en cantos, cada parte consta de treinta y tres cantos, más el canto introductorio suman 100 cantos en total. Cada canto fue compuesto por estrofas de tres versos endecasílabos o tercetos.

Según lo anterior, el tres es el número estructurante de la obra: tres evoca la Trinidad, así como el triángulo; este se suma al cuatro, que es el número de los puntos cardinales, las estaciones del año y los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua; con ello resulta el número siete, estos son los pecados capitales. Finalmente, aparece el Infierno que está dividido en nueve círculos, el Purgatorio en siete y el Paraíso queda formado por nueve esferas que giran como los planetas en torno al sol. Toda la obra está llena de símbolos que remiten al conocimiento y al pensamiento medieval, con esto hace referencia a religión, astronomía, filosofía, matemáticas y óptica.



[1] Obras que Hugo Grocio escribió son: De iure belli ac pacis. Esta obra es un intento por finiquitar y erradicar la esclavitud, es además una reflexión sobre cómo prevenir y reglamentar las guerras, con ello estaba planteando algunos elementos sobre el derecho internacional.
Mare liberum. En este texto defiende el principio según el cual los mares gozan de libertad. Esta discusión la llevó adelante pensando en lo españoles, portugueses e ingleses, quienes consideraban que los mares debían ser propiedad de quien los habita desde la posesión de la tierra.
Apologeticus. De veritate religionis christianae. este texto es una reflexión sobre los elementos racionales que constituyen los cultos religiosos que han existido a lo largo de la historia de la cultura occidental.
[2] Las obras que francisco Suárez escribió son: Disputationes Metaphysicae, en esta obra, su autor trata el tema de la teología natural, además trata todos los temas que Aristóteles había trabajado en su obra Metafísica. Es una obra en la que también trata de sintetizar, en plena época renacentista, toda la propuesta filosófica que habían realizado los pensadores escolásticos, además sintetiza todo el pensamiento predominante en la escuela de Salamanca. En ella trabaja temas como: causa y causalidad, acto y potencia, acción y duración, creación y criatura.
Tractatus Legis. En esta obra trata el tema del ser humano y su relación con el derecho, por lo tanto, puede considerarse una obra donde su autor pone a dialogar la teología, la filosofía y el derecho. Algunos han considerado esta obra como un puente que conecta el final de la época escolástica y el inicio de moderna.
El texto trabaja sobre cuestiones jurídicas que afectan la ley humana, en él además muestra la variedad de las leyes humanas, y enfatiza aquellas que resultan especialmente odiosas. Estas son: la ley penal, la tributaria, que impone una carga; la ley que anula o prohíbe un hecho, la ley que se desvía de la formulación planteada por el derecho antiguo, el derecho común, que lo elimina o le impone limitaciones, lo corrige o lo que es lo mismo la ley posterior que anula la anterior. Inicia el discurso sobre lo que hoy puede llamarse teoría del derecho, donde se tratan temas como los deberes que deben imponerse y las cargas que deben soportar los ciudadanos. Suárez intenta explicar por qué deben existir este tipo de leyes y cuáles son sus características fundamentales.

[3] El gran mérito de pico della mirándola fue el hecho de haber introducido no una visión objetivista del ser humano, es decir, el ser humano no es un objeto más entre los objetos de la naturaleza, sino que es un sujeto que está determinado por sus acciones, por la libertad para actuar y por la toma de decisiones. Cfr. Giovanni Pico della Mirándola: Discurso sobre la dignidad humana. Universidad nacional autónoma de México. 2004. Puede leerse en: https://books.google.es/books// consultado el 14-01-2019.
[4] Miegge, Mario.  Martin Lutero. La Reforma protestante y el nacimiento de las sociedades modernas.  Ed. Clie. 2016.
[5] Las palabras de Tetzel eran más o menos estas: “cuando el dinero cae en la caja (del tesoro) el alma del purgatorio al paraíso pasa”. Cfr. Miegge Mario. Martin Lutero. La reforma protestante y el nacimiento de las sociedades modernas. P. 38. La indulgencia era una remisión de las penas canónicas, la cual podía ser gratuita o se podía ofrecer dinero para comprarlas. La indulgencia no es lo mismo que la absolución de los pecados, pero en la época anterior a la Reforma las indulgencias estaban acompañadas de elementos que facilitaban la confesión de los pecados y la absolución; Lutero veía en este hecho una gran confusión entre la disolución de las faltas y la remisión de los pecados. Esta confusión fue decisiva para la toma de posición de Lutero porque el poder de atar y desatar se amplió hasta la vida futura, también la Iglesia pudo reducir la permanencia de las almas en el purgatorio, los vivos podían comprar indulgencias para sacar a los muertos del purgatorio, la Iglesia pudo imponer sanciones en el momento de absolver a los moribundos. Todos estos elementos fueron otros detonantes que le sirvieron a Lutero para cuestionar en sus tesis a la Iglesia y su autoridad.
[6] Lutero, Martin. Citado por Miegge. Op. Cit. Pag. 52.

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