Los coristas: un estudio sobre el film
Los coristas.
Descripción.
En 1949, Clément Mathieu, un profesor de
música desempleado, es contratado como preceptor de un instituto correccional
de menores. A través de ineficaces y represivas políticas, el director Rachin
intenta con dificultad mantener disciplinados a estos alumnos difíciles. A
Mathieu lo sorprende la cruda realidad de la rutina del colegio, pero comienza
a operar un cambio en estos niños. Gracias al poder y la magia de la música, el
maestro intenta que sus vidas cambien para siempre.
La película narra una historia que se desarrolla en Fond de L'etang, el reformatorio de
un pueblo francés donde se internan a niños y adolescentes con problemas sociales,
de conducta o huérfanos, incluso algunos de ellos fueron expulsados de su medio
para ser reformados.
El sistema pedagógico que impone el director, Sr. Rachin, es autoritario y está basado
en la propuesta acción-reacción y que consiste en que a un acto indebido se
devuelve un castigo, la película muestra además los roles muy estrictos y estereotipados
tanto en profesores como en alumnos.
Pero con la llegada de un nuevo prefecto, el Sr. Clément Mathieu, este pone en escena
la propuesta de un nuevo modelo pedagógico ya no basado en la formula acción-reacción
y con ello da lugar a la historia de los Coristas,
Cuando el nuevo prefecto llega, se encuentra con que
los alumnos son demonios, según sus profesores, y descubre que la única norma
que rige para domesticarlos es responder con el castigo a cualquier acción no
tolerada. Por supuesto esta conducta institucional provoca fuertes tensiones
entre los miembros de la institución y un alto grado de agresión entre
profesores, prefectos y alumnos.
El prefecto Mathieu,
es un profesor de música que no ha tenido éxito como tal, pero está lleno de
ideales, encuentra a través de su amor por la música la forma de darle una
tarea a ese grupo de niños.
Después de escuchar la voz de cada uno se propone
formar un coro con ellos, el cual abrirá nuevas perspectivas humanas para estos
chicos y su maestro, las que se
contagian a toda la institución. Mathieu
centra su acción pedagógica tratando de cambiar la forma de pensar y de ser de
estos chicos y con ello les da un sentido nuevo para una forma de vida que no
les daba más expectativa que la exclusión y el rechazo.
El film empieza a mostrar cómo, desde la formación
del coro y la función que cada uno de ellos realiza en él, los roles
institucionales se modifican, se hacen más democráticos, permitiendo otras
conductas humanas diferentes a la acción-reacción. Los niños empiezan a sentirse
como personas que aceptan el objetivo propuesto como un logro común; de igual
manera los adultos también empiezan a moverse dentro de un nuevo rol con el fin
de colaborar con el grupo de Coristas y así empiezan a ensayar nuevas experiencias
pedagógicas más acordes con la formación de seres humanos que a la concepción
punitiva.
Análisis filosófico.
El modelo pedagógico.
La
ilustración plantea el problema de la racionalidad, el saber y sobre todo un
saber racional, enciclopédico, un saber que lleve al hombre al desarrollo de
sus potencialidades humanas: la libertad, el juicio crítico, el poder
decisorio, la libre opinión, la libre opción; el uso de todas la libertades
debían basarse en el ejercicio de la racionalidad; además el saber teórico se
planteaba como paradigmático para la época, de hecho no es accidental que el
saber enciclopédico hubiera surgido en esta época, como tampoco la tentación
del coleccionista, la posesión de obras de arte, de textos filosóficos, etc.;
sin embargo los grandes dilemas de los ilustrados eran ¿Cómo mediatizar el
saber y el conocimiento? ¿Cómo popularizar los grandes ideales de la
ilustración para que no se quedaran en meras teorías filosóficas?
Frente
a estos interrogantes surge entonces la necesidad de recurrir al método
pedagógico para hacer accesibles estos conocimientos, método que sería en
última instancia la manera como podrían hacerse populares los grandes ideales
de la ilustración. En este sentido Francia fue el país que más se destacó en la
búsqueda de un método que hiciera efectivo este propósito. Por esta razón no es
casual que la película se desarrollara en Francia y que el método propuesto
fuera el de acción-reacción, el que consistía en que una conducta, un acto
indebido se resuelve con un castigo severo; método que implica unos roles muy
estrictos y definidos tanto en profesores como en alumnos.
Por otro lado,
desde el romanticismo[1],
la gran discusión que se había propuesto era si el método pedagógico debía
estar basado en elementos filosóficos, además necesitaba unos componentes
adicionales, tales como el componente estético. Aunque la discusión se
planteaba en los términos de si era la filosofía o era la estética el medio más
eficaz para vehicular el saber, sin embargo la opción dentro del film se da a
favor de modelo pedagógico basado en la estética-
Así queda
perfilado cómo, en el film, el modelo pedagógico tiene una primacía del
componente estético y además se presenta como más eficaz para solucionar los
problemas de comportamiento de los alumnos. Componente estético que está
representado por el canto.
Maestros por vocación-maestros por
interés.
Unido al modelo
pedagógico aparecen cuatro tipos de maestros: el director del reformatorio Rachin, el prefecto Mathieu, el maestro de educación física y el maestro
de aritmética.
El director del
reformatorio, Rachin, no tiene interés en ser maestro, su función
en la institución está perfilada en la búsqueda de una conveniencia
representada en la fama, en el ascenso, en los títulos honoríficos y en el interés
económico; el film deja la impresión en el espectador que la vida del director
es un infierno, una vida que se convierte en insoportable, salvo determinados
momentos que están asociados con la nueva propuesta pedagógica impulsada por el
prefecto Mathieu.
El maestro de
aritmética es el típico maestro que parece que no lo afecta nada salvo su
propio saber, que vive en su propio mundo de los números y de las
abstracciones, maestro que es presentado en el film de manera ocasional y que
es como un oasis en medio de la vida del reformatorio. Sin embargo, al comienzo
del film, muestra un cierto interés por la música, al final queda cautivado y
colaborando con el coro.
El maestro de
educación física es un maestro que cumple su función por conveniencia; actúa de
acuerdo a las políticas impuestas por el director, cumple las funciones que el
director le impone de modo autoritario y no se atreve cuestionar ni a
enfrentar; luego el film lo mostrará en un proceso de transformación y de
cambio y se convertirá, con el prefecto de disciplina, en los aliados de la
nueva propuesta pedagógica del prefecto de disciplina.
Mathieu, el
prefecto de disciplina, desde su llegada al reformatorio entra en desacuerdo
con el director y con las formas como se están haciendo las cosas; es el
maestro que no tiene miedo de confrontar la autoridad sobre todo porque está
haciendo mal las cosas, es el que no tiene nada que perder, el que tiene mucho
para dar y no tiene miedo de darlo a los alumnos, es el maestro creativo y
propositivo, es el maestro problema que está a favor de los alumnos pero no a
la manera de un cómplice que secunda lo malo, sino a la manera de alguien que
cree que hay otra forma más humana de hacer las cosas.
El film terminará
dando la razón al prefecto, volteando la balanza a favor del prefecto, el que
tendrá a los otros dos maestros como grandes aliados y dejando solo al prefecto
en su amargura y en su dolor, en su propio infierno; incluso el prefecto al
final terminará siendo descubierto en su autoritarismo y será despedido.
La recompensa más
grande para el prefecto será no solo haberles dado un ideal a los niños para
vivir, plantearles una forma nueva de vida sino que sus canciones serán por fin
escuchadas en el mundo entero. Nunca pretendió grandezas, su única intención
fue enseñar y siempre soñó con que el diario que escribió sobre su experiencia
en el reformatorio, llegara a manos del niño prodigio que luego se convertiría
en famoso director de orquesta.
Innatismo vs. Salvajismo.
Por otro lado,
desde la modernidad, Descartes plantea el hecho de que en los hombres se dan
una serie de ideas innatas, las que nacen con el hombre, las que no se aprenden
ni adquieren por un proceso de aprendizaje sino que son elementos de los que el
hombre puede disponer de ellos desde el momento mismo de su nacimiento.
El film que
estamos analizando nos presenta una versión del innatismo cartesiano en la
persona del niño prodigio, que dispone de una voz maravillosa y que es un don
de la naturaleza, ya que nadie le enseñó a cantar, él por sí mismo canta y el
prefecto lo único que hace es potenciar unas habilidades que ya existían en el
niño.
Incluso uno puede
preguntarse si el niño prodigio no sea una versión del genio kantiano, un ser
humano que al comienzo no sabe que sabe, después sabe que sabe, y a fin de
cuentas no sabe como sabe, sin embargo el saber se hace presente en él de
manera prodigiosa y extraordinaria.
Por otro lado y de
manera contrapuesta el film nos presenta una versión del salvaje roussoniano en
la figura del adolescente problema, el que las instituciones sociales jamás
pudieron corregir ni con un modelo pedagógico represivo, ni con un modelo
pedagógico punitivo, ni con un modelo pedagógico-estético como el presentado
por el prefecto; joven que conociendo las formas posibles para socializarse,
propias de su época, sin embargo, termina renunciando a ellas y volviéndose a
un estado de naturaleza salvaje.
Incluso este joven
representa en términos foucoultianos un paradigma para las instituciones que
surgen con el fin de mejorar al ser humano y sin embargo no logran mejorarlo;
el film nos recuerda que este joven, había estado en el hospital psiquiátrico,
y por lo tanto había estado en manos de los psiquiatras, cuando se ve una leve
mejoría en él, es llevado al reformatorio con la intención de que sea
socializado.
El contraste entre
ambos es presentado a la manera de una lucha en la que el niño problema quiere
seducir al niño prodigio y el niño problema es llamado a dejarse seducir por
una forma de vida diferente al salvajismo que impera en él; al final cada uno
sigue su propio camino, el salvaje retorna a un estado de naturaleza, a vivir
en el bosque después de haber quemado el edificio donde funcionaba el
reformatorio, y el niño prodigio, impulsado, por una beca que le conseguiría el
prefecto en el conservatorio de Lyon, se convertiría en un famoso director de
orquesta, como aparece al inicio del film.
El humanismo vs el cientifismo.
En la década de
los años 40 del siglo pasado, la decepción viene de parte de los ideales
propuestos por la modernidad; a causa de impacto sufrido por las dos guerras
mundiales, se empiezan a evaluar si los frutos propuestos por la ilustración
habían cumplido su fin; la filosofía que empieza a predominar es la que impulsa
la escuela de Frankfurt con Horkheimer y Adorno, ella es la encargada de
evaluar las guerras mundiales como fruto e hijas de la ilustración, como el
fracaso de la ilustración; esta empieza a evaluar el sentido del progreso
basado en la dialéctica hegeliana y al darse cuenta que esta no había cumplido
su objetivo empezará a proponer una dialéctica negativa; además detrás de esta
evaluación estará la disputa entre las ciencias naturales y las ciencias
humanas, pues las primeras habían querido abarcar la totalidad del saber,
queriendo supeditar las segundas a un plano inferior o más bajo; esta
omnipresencia de las ciencias naturales en el campo del saber y de la sociedad
habían llevado al mundo a la planificación total, a su propia autodestrucción,
pues a fin de cuentas quienes había desarrollado la fricción del átomo eran
dignos representantes de las ciencias naturales, quienes habían llevado al
mundo a su propia autodestrucción eran quienes había empezado a desarrollar
armas de destrucción masiva; justamente la película dará su respuesta a esta
problemática.
Así el otro
aspecto desde el cual puede analizarse el film es la pugna entre las ciencias
duras y las ciencias blandas, las ciencias humanas y las ciencias naturales y
su incidencia en la vida de los hombres.
El maestro de
matemática no tiene una gran incidencia en la vida de los alumnos, la causa de
esto radica en que él enseña un mundo paralelo al mundo de la vida, al mundo de
los afectos y al mundo de lo sensible, su mundo es el mundo de los números y
este es un mundo que no interfiere en la vida de la institución, ni en la vida
afectiva, sentimental y sensitiva; incluso el maestro de lenguaje con sus
tareas de escribir planas, de llenar planas para corregir un error ortográfico
o para hacer recordar al alumno un error cometido contra sus superiores, es
algo que no afecta la vida de los alumnos, como tampoco el hecho de ponerlos a
limpiar vidrios, de limpiar cloacas, de barrer o de trapear, incluso de ayudar
a la señora de la cocina a colgar la ropa.
Pero lo que deja
muy en claro el film es que lo humanístico, representado en la parte estética,
eso sí toca la vida desde sus cimientos más profundos; este fenómeno está tan
marcado que prácticamente la única tabla de salvación que encuentran los
alumnos para trasformar sus vidas les viene del canto; el canto les devuelve la
vida, les transforma la vida, les restituye la confianza perdida y les da un
nuevo ideal y una nueva esperanza para vivir.
Finalmente uno
estaría tentado a leer el film en clave heideggeriana y decir que el mundear de
mundo propio de la obra de arte está representado justamente en eso hemos
mencionado una y otra vez: el arte abre nuevos espacios de vida, genera nuevas
formas, de vida, nuevas posibilidades existenciales; el arte genera
alternativas; incluso el film puede ser visto como una forma de concretizar
aquello de “habitar poéticamente el mundo”, porque los alumnos teniendo nuevas
expectativas para vivir, se atreven a vivir el mundo de una manera diferente,
pero siempre impulsados por una tabla de salvación que es el arte.
Apuntes para una interpretación
espiritual de la película.
El título que
aparece en la portada del correccional donde se desarrolla la película es
“Fondo del estanque” (Font D’Etange); el prefecto del instituto, al inicio del
escrito que le fuera entregado al director de orquesta, quien en el film es el
niño genio, comenzaba diciendo que era un nombre muy apropiado para lo que él
era: un profesor de música fracasado y que no había podido tener éxito en su
labor, pero no da más indicios acerca del nombre del correccional; sin embargo
en esas palabras se puede perfilar una pauta hermenéutica para analizar el film
desde el punto de vista espiritual.
Aunque el film se
puede interpretar desde el punto de vista dialéctico, es decir, presentar los
personajes de modo que los unos sean protagónicos y los otros antagónicos,
también todos ellos tenían un rasgo en común: todos son fracasados, todos han
experimentado de una u otra manera el fracaso; los niños eran huérfanos,
algunos habían sido expulsados de las escuelas porque no se habían podido
adaptar, el anciano hacelotodo compartía la misma condición; el director del
instituto es un fracasado que no sabe y no quiere saber de su fracaso y su
amargura pero tiene ambiciones; el niño problema ha salido de un hospital siquiátrico,
ha estado en la cárcel y luego es enviado al correccional para ser corregido,
es más ha sido violentado sexualmente; el niño genio no ha conocido a su padre,
tiene dudas morales acerca de su madre, tiene una visión amarga y triste de la
situación. En fin todos ellos están allí porque han tocado fondo; todos ellos
han comido polvo y tierra, ninguno tiene
una visión grata de la vida y más bien tienen una concepción fatalista.
Es muy probable
que esta visión de la realidad sea el trasfondo de la forma como se veía la
situación en Francia y en general en Europa después de la segunda guerra
mundial, en el periodo que suele llamarse posguerra. Miseria material,
espiritual, social, económica, política e institucional.
Pero más allá de
la situación externa, lo que la película intenta mostrar es la situación
interna, el desasosiego, la pobreza y la miseria espiritual en la que han
quedado las personas; todos han tocado fondo, han llegado al abismo del
estanque, todos han comido tierra y han debido llegar hasta el límite para
poder levantarse.
En este sentido la
película nos hace reflexionar en dos aspectos: los estados fundamentales de los
que habla Heidegger o de los estados de anonadamiento o abismo en los que puede
caer el hombre.
Heidegger en Ser y
Tiempo habla de los estados fundamentales, es decir, aquellos estados en los
que el hombre después de vivir una vida sin penas ni glorias toma conciencia de
su situación y decide tomarse la vida en serio, el hombre escucha la voz de la
conciencia y ella le dice que debe estructurar su vida para que sea vivida
auténticamente. Debe recordarse que este análisis heideggeriano está
influenciado por el proceso de conversión vivido por San Pablo y por San
Agustín.
La vida espiritual
comienza en el momento en el cual el hombre toca el fondo del abismo o del
estanque, el ser humano toma conciencia de que más bajo no puede caer, esto
coincide con la situación en la que el hombre muerde la tierra y come el polvo,
el ser humano se arrastra por la tierra como los niños que en la película eran
puestos a lavar, cepillar o trapear los pisos o limpiar las cloacas, y coincide
con las escenas en las cuales los niños eran mandados al cepo, al calabozo.
Sin embargo allí
en el abismo, en el fondo es donde puede encontrarse la posibilidad de la
redención y del cambio; es allí donde unos pueden quedarse hundidos y otros
pueden levantarse y alzar vuelo; la gran mayoría de ellos aceptaron el reto de
levantar el vuelo, en este sentido las escenas más paradigmáticas son aquellas
donde los niños juegan con los paracaídas, cruzan los puentes, hacen aviones de
papel, no es casual el hecho de que una de las últimas escenas de la película,
cuando el prefecto sale del correccional los niños lo despidan son avioncitos y
con mensajes alusivos a lo que él les enseñó, los avioncitos representan las
alas con que él los equipó para volar.
También el film
muestra a aquellas personas que se negaron a aceptar el reto, especialmente el
director y el niño problema; aunque el director hace avioncitos que al comienzo
funcionan mal, después funcionan bien, sin embargo al final él no fue capaz de
abrir sus alas para volar, se negó a aceptar el reto para volar y terminó
hundido en su amargura, despedido y descubierto en su mala gestión.
Por lo demás este
paso del fondo del abismo, del fondo del estanque a las alturas de los puentes
y de los paracaídas, que es el paso de lo oscuro a la claridad, del pecado a la
gracia, queda plenamente representado por el juego de las estaciones: el
invierno es la oscuridad, el otoño la tristeza y la melancolía, estos momentos
estacionales coinciden con los estados de ánimo más tristes y deprimentes
experimentados por todos los seres humanos que actúan en la película, son los
estados del alma humana; estados que coinciden además con la oscuridad del cepo
y del calabozo. Pero la primavera y el verano es la explosión de la alegría, es
la resurrección, la claridad de la gracia que llega para todos aquellos que han
sido redimidos y rescatados del lugar de las tinieblas, aquellos que han pasado
del fondo del abismo a las alturas de la gracia y de la resurrección.
El mundo necesita
del Líder, del Redentor y de aquella persona que como Cristo sea capaz pasar de
la experiencia del pecado a la luz de la gracia, del abismo de la muerte a la
altura de la resurrección y de la vida, porque solo los que son como Él pueden
marcar pautas para una sociedad como la nuestra que a raíz del relativismo, el
nihilismo y algunos rasgos de la posmodernidad tiene la gran tendencia a
permanecer en “El fondo del estanque”.
[1] El numeral 3 del systemprogramm
hace referencia a la necesidad de recurrir a la estética para hacerle frente al
desencantamiento que experimenta la humanidad y como producto de los ideales
propugnados por la modernidad. Cf. Daniel Innerarity El más antiguo programa del sistema del idealismo alemán. En: Hegel y el romanticismo. Ed. Tecnos,
Madrid 1993. Pp. 6.
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